Fotografía: Karyn Huberman. 2015
Quería compartir esta imagen que tomé un día cualquiera en el centro de Barcelona. No es mi interés entablar una discusión acerca de si estos mendigos que proliferan por todos los rincones de la ciudad son integrantes de mafias o no, lo que me interesa es hablar del hambre, pero no sólo de aquella primera necesidad de alimentarnos, que también, si no del hambre que está sintiendo el mundo por la falta de humanidad. Pareciera, a la luz de las últimas migraciones, que el ser humano es inhumano por naturaleza. Se nos olvida muy a menudo que estamos rodeados de personas y que éstas deben ser tratadas como tal.
A mí me duele el alma ver que en esas fronteras cerradas, hay niños, mujeres y hombres, llorando por una solución que no encuentran. Todos cuidan sus territorios como si se los hubiera regalado una divinidad y se olvidan que este mundo no tenía fronteras, eso es un invento del hombre, del más inhumano.
©Karyn Huberman 2015.