sábado, 19 de noviembre de 2011

Todo pasará...


La poesía me va despejando el camino para construir con ella un futuro más grande, en él y en mis sueños sé que nada es imposible. Tienes una estrella guardada en un bolsillo y  aunque el frío intente quebrar la puerta de mi casa robándote los pasos de antaño, sé que volveré a  verte aletear cual golondrina mañanera. No temas si en un momento de fatiga derramo alguna lagrima por tu tierno corazón, quizá haya luz en ellas, quizá sean necesarias para que no se muera el mar de emociones que surcan en mi por verte nuevamente sonreír.    Hijo mío, cuélgate de mis alas; viaja conmigo por regiones etéreas; déjame llenarte de palabras puras; reinventemos la vida; proyectemos nuestros sueños; abrámonos paso a través de esta callada tempestad que a ratos nos devora. No dejes que  te roben las ilusiones; que no curven tu vida como si fuera un gran signo de interrogación…
Quiero para ti un reloj hecho de primaveras, en un bosque encantado donde puedas oír cantar al viento. Sé que no podré hacerte olvidar estas duras ráfagas otoñales que han removido nuestras vidas, pero quizá pueda susurrarte al  oído una nana para acallar tus temores y transformar esta brutal tormenta en un secreto esplendor, en la luz de un bello amanecer.

© Karyn Huberman. 2011

martes, 15 de noviembre de 2011

COLLAGE DE POESÍA. José Ángel Valente




COLLAGE JOSÉ ÁNGEL VALENTE
Versos escogidos de la “Antología poética de José Ángel Valente” Edición de 2009.

El viento del otoño barre los secretos,
reductos últimos del corazón,
ahí, todavía me miras con ternura
nacida sólo del recuerdo.
¿Quién seguirá por ti contigo?
La soledad se puebla de fantasmas de papel,
de páginas desnudas donde nada está escrito.
Sombrío cae el año hacia su muerte,
se desmorona el aire desde el aire
y las hojas arrastradas por el viento
apagan nuestros pasos…
Huellas rotas. Ala sin pájaro. Vuelo sin ala.
Ya los sueños no bastan para darle razón
de ser a todos los suspiros.
En la destilación amarga de lo nunca vivido;
en las grietas  del tiempo, me pregunto
qué queda de nosotros o si algo queda de nosotros.
No estoy. No estás.
No estamos. No estuvimos nunca.
Sobre un fondo de luz inviolable,
la lluvia parece recorrerme
para inventar de nuevo tu mirada
y tu irrealidad, hasta que se haga de noche…

© Karyn Huberman. 2011